Estamos inmersos de lleno en la implantación del sistema de calidá y hoy ya por fín hemos pasado la audioría definitiva. Para ello han venido un ispetor y una ispetora con los que a la hora de comer hemos compartido mesa.
Entre otros muchos temas, durante la comida también se ha hablado del trabajo de ellos, implantaciones de calidad mas o menos complicadas, requerimientos de unas y otras empresas, etc. En un momento dao y por hacer la gracia le he preguntao a Ramón (el ispetor) si habían implantao el sistema en algún puticlú y ma dicho que si, tu.
Ha contao que ellos (Applus) y Aenor se negaron a auditar ese sistema por razones de moral y seriedad, pero que otra empresa (no recuerdo cual ha dicho) lo hizo, y hasta se implantó. La operación parece ser que era una casa de lenocinio bastante grande, de esas que hay por ahí que paicen el Corte Inglés y supuso un buén pellizco.
Dense ustedes de cuenta el juego que tiene esto para hacer chistes, monólogos y lo que sea menester, el primero que viene a la cabeza: "Y los auditores ¿salían ya con el jornal cobrao?".
En el caso de mi sistema por ejemplo he tenido que inventariar y definir todas mis herramientas, pa que os hagáis una idea voy a tener que calibrar (por ejemplo) las pinzas amperimétricas de los cursos de electricidad para certificar que miden bien. En el caso del burdel, ¿que se tara?, ¿la cadencia de vibración de los consoladores?, ¿y una felación?, ¿cuales son los parámetros de calidá de una felación?.
¡Ay! ¡qué cosas, señor!