
Recuerdo cuando era pequeño lo fácil que era ir a comprar, "vete a por danones" y traía danones, o "tira a por galletas" y comprabas galletas marías o napolitanas de esas grandes tan buenas. También recuerdo que (por lo menos en mi casa) el consumidor medio no era excesivamente exigente, con cualquier cosa te apañabas, con tal de que hubiese pa comer pues ya estaba.
En la actualidad es todo mucho mas sofisticado, a cualquier establecimiento que vayas sea tienda normal o supermercao, hay una variedad casi agobiante de género. Pero no solo es sofisticada la oferta, he llegado a la conclusión de que el consumidor lo es mas, y exigente hasta la médula.
En la actualidad es todo mucho mas sofisticado, a cualquier establecimiento que vayas sea tienda normal o supermercao, hay una variedad casi agobiante de género. Pero no solo es sofisticada la oferta, he llegado a la conclusión de que el consumidor lo es mas, y exigente hasta la médula.
Podríamos decir que hay una nueva generación que ha crecido en este ambiente y son los que no conocen otra cosa, pero ¡noooo!, ¡que vaaa! es peor contra mas mayores son, tocan y seleccionan como si fuesen grandes expertos. El otro día en la panadería había un señora quinta de Noé que no se la de cola que llego a montar haciendo controles de calidad a todas las barras de pan, ninguna era buena para ella. Tuve que abstraerme e imaginarme a mi mismo pleno de satisfacción corriendo a barrazos por la calle a esta señora al grito de "te vuanseñar a ti yo lo que es una barra i pan", pero volví a la realidad y allí seguía tocando los cojones.
Como las marcas lo saben, sofistican también los nombres de los artículos para que parezcan mas rimbombantes y explican composiciones exactas o variedades en las materias primas para que la turba se sienta mejor atendida. Se ven anuncios por la tele como ese de no se que marca de zumo de piña que avisa que solo usan la variedad de piña "sabenadie" (es que no me acuerdo del nombre), joder, es preocupante ver casos como este, ¿pero qué pasa? ¿realmente la gente se preocupa por estos datos al comprar un puto zumo de piña?.
Otro ejemplo muy usual es con los aceites de oliva, "es que este aceite es de arbequina" ¿y...? en la vida m'había preocupao yo de esto, aceite coño, aceite y yastá, ¿tan complicao es freite un güevo?. Del tema de Merlot, cavernet subiñón y todo eso ya ni quiero hablar. Hasta en los restaurantes lo especifican en la carta: "elaborado con aceite del Bajo Aragón", po fale, po malegro.
La máxima expresión de todo esto la encontramos en la cosmética, va a llegar un momento en que pa poder date crema en la cara o manos va a ser necesario saber idiomas y formulación química. Lógicamente un tarro pa cuatro aplicaciones y que vale un dineral no puede llevar una etiqueta que ponga "crema pa la cara", es mejor extenderse un poco, si pone cosas como "Age Re-perfect Pro-Calcium con proxylane y omega 3" (no se si tiene coherencia esto que escribo pero es solo un ejemplo) ya es otra cosa. Gila hace ya muchos años que hablaba de algo parecido a esto en su monólogo de las gafas americanas:
Moraleja como siempre:
Que si, que yo comprendo que hay que consumir porque el consumo es un pilar importante de la economía y que contra mas variedad haiga mas juego tienen los fabricantes a la hora de vender y mas familias pueden vivir de todo esto, pero por lo menos no nos hagamos los importantes a la hora de consumir. Toda la vida hemos puesto por ejemplo cualquier aceite pa freir y nos hemos bebido cualquier zumo, por que unos señores vengan ahora hablando con tecnicismos de tómbola de las excelencias de una u o otra variedad de algo, no vamos a ser tan tontos de hacerles el juego como en el monólogo de Gila.