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lunes, 14 de febrero de 2011

Otra de sueños.

Hoy he soñao que hacía algo parecido a lo que hacía Jean Baptiste Grenouille, el protagonista de la peli (y del libro por supuet-to) El Perfume. Pa quien no sepa de que va, lo que hace este hombre es matar a chicas guapas y con buen olor, untarlas con una especie de melaza y dejarlas macerar. Tras la maceración retira la melaza y extrae de ella el aroma de la mujer, el último paso no me acuerdo como lo hacía.
Pues bueno, yo esta noche he hecho lo mismo, pero con un gorila en vez de una chica y gasoil en vez de melaza. Pa bordar la faena mi intención no era conseguir perfume, sino zumo de gorila pa beber. Basta imaginar lo bueno que tiene que estar el resultado de untar a un gorila con gasoil y beberte lo que sescurre.
Me he despertao estresao y con ardores, ya que aún siendo vomitivo yo erre que erre a beber. Hay que joderse como te puede afectar un sueño, que casi me bebo un litro de agua y no me quitaba el sabor, los ardores, ni la desazón.
Aquí me gustaría ver a mi a José, el de las siete vacas gordas del faraón, a ver si tenía güevos de descifrar semejante gilipollez. Y es que a ver qué sentido pué tener hacer algo tan surrealista como embadurnar a un gorila con gasoil y que mientras se esté quieto (no os había dicho que el animal no moría en el proceso, es mas, al contrario, creo recordar que se estaba quieto y todo).
Después, con una especie de retabillo como los de limpiar los cristales, iba escurriendo desde arriba el carburante hasta que caía en un vaso, y a beber, que son dos días. Casi me reviento.
No te creas que no semos complicaos el ser humano.